MEDITACIÓN PRÁCTICA

Meditación Práctica: el viaje de regreso a uno mismo ¿Qué es la Meditación? Un método practicado desde hace siglos por las distintas culturas orientales y occidentales, con el propósito de alcanzar el justo equilibrio que el ser humano necesita para vivir bien y sentirse pleno.
En el siglo XVII el filósofo griego Platón proponía, en sus enseñanzas, que para mantener un cuerpo sano era fundamental sanar la mente primero.
Una de las técnicas básicas utilizadas en la práctica meditativa, observar la respiración, fue transmitida vía oral por el gran maestro espiritual Buda, alrededor del año 500 a.C.
Ahora, si observamos más detalladamente la historia de esta práctica podemos ver que aún cuando hay innumerables filosofías relativas a las diversas culturas y a los diferentes conceptos espirituales de todos los tiempos,
LA AUTÉNTICA EXPERIENCIA MEDITATIVA ES SIEMPRE UNA SOLA.
Mucho más recientemente, Albert Einstein dijo: “Cada ser humano forma parte de un todo llamado “universo”… Nos experimentamos a nosotros mismos, a nuestros pensamientos y sentimientos como algo separado del resto… se trata de una especie de engaño óptico de la conciencia… que se convierte en nuestra prisión. Nuestra tarea debe ser la de liberarnos de ese engaño ampliando nuestro círculo, incluyendo a todas las criaturas vivas y a la naturaleza en toda su belleza… Si deseamos que el género humano sobreviva, debemos adoptar de manera sustancial un nuevo modo de pensar.”
Sin lugar a dudas podemos encontrar en la meditación un puente que nos permita realizar el viaje de regreso a nuestra esencia: la experiencia de la Unidad Integrada.
Somos parte de una totalidad y al mismo tiempo somos, cada uno, una totalidad… mientras no nos demos la oportunidad de vivenciarnos de ese modo seguiremos generando y padeciendo malestares, sufrimientos, enfermedades, estrés, contradicciones y confusiones, que no pocas veces han desembocado en el horror de las guerras y en los ya conocidos desastres ecológicos.
En el preciso momento en que el cuerpo-las emociones- la mente y el espíritu funcionan como partes solidarias de un mismo equipo, comienzan a manifestarse en el hombre mayores niveles de vitalidad, salud, plenitud, alegría, éxito, claridad, seguridad, armonía y amorosidad que, necesariamente, transfiere a su entorno como bien común.
LA MEDITACIÓN NOS GUÍA EN El RECORRIDO POR LOS MÚLTIPLES BENEFICIOS FÍSICOS-EMOCIONALES-MENTALES QUE SURGEN DE SU PRÁCTICA.
CUENTA CON UNA VARIEDAD DE TÉCNICAS ACTIVAS QUE FACILITAN LA RE-CONEXIÓN DE TODAS LAS DIMENSIONES DEL SER HUMANO
, que por alguna razón se han desequilibrado en su dinámica. (Próximamente nos ocuparemos de dichas técnicas y de sus beneficios)
Se suele creer que la meditación consiste en un intento forzado por “mantener la mente en blanco” como si el pensamiento fuera una presencia que perjudica el logro de nuestro bienestar.
Esto es verdad a medias. Es cierto que los pensamientos de carácter negativo no ayudan a la persona a sentirse bien pero no es menos real que si centramos nuestra atención en buenos pensamientos e imágenes positivas es mucho lo que se puede ganar en favor de uno mismo y de los demás. Y creo que a algo de esto se refería Einstein cuando declaró, para la supervivencia de la raza humana, la sustancial necesidad de “adoptar un nuevo modo de pensar”.
Entonces, la meditación es un viaje que nos enseña a entrenar nuestra concentración en estímulos que nos facilitan el acceso a la paz mental, serenidad emocional, efectividad para resolver problemas y, llegar, al optimismo /bondad para usar el poder que tenemos con firmeza y creatividad beneficiando la totalidad que somos-en-sí y favoreciendo, paralelamente, la unidad que conformamos con el resto del universo. Porque ésa es nuestra verdadera naturaleza.
La práctica meditativa es la autopista por la cual podemos ganar velocidad para aprender a estar más presentes en el aquí-ahora; es decir, a ser en cada momento más concientes de nuestras actitudes, pensamientos, sentimientos, expectativas, acciones, decisiones y/o acciones porque es allí donde únicamente podemos ejercer ese poder para transformarnos y empezar a salir del estancamiento y la infelicidad.
Este viaje tiene una escala muy particular: el asombro por el re-encuentro con un inagotable poder creador, sanador y liberador que está siempre al alcance de uno mismo, que es parte de la propia esencia.
Transitar tal camino nunca tiene una vuelta atrás. Una vez iniciado el trayecto, la promesa de lo mejor se renueva incesantemente y el hombre amplía sin límites su capacidad para vivir en armonía creando, para su mundo, abundancia de todo lo bueno.
Indispensable para llegar a destino en este mágico viaje: renovar las ganas de seguir sumando conocimientos acerca del método y actualizar la voluntad para aplicarlos cotidianamente (sin esfuerzo pero con cierta disciplina) para integrarlos progresivamente en una nueva y mejor calidad de vida.