RECONECTÁNDONOS CON EL AMOR

Reconectándonos con el Amor a través de la práctica Reiki

Todos, alguna vez, hemos tenido la oportunidad de sentir esa inexplicable fuerza que nos conecta con la profunda sensación de bienestar, armonía y plenitud. Tal vez nos haya ocurrido al mirar el rostro de un bebé mientras dormía plácidamente, al observar un amanecer, al abrazar a un ser querido, al descubrir un toque de luz en la mirada de alguien ó al experimentar la bendición de lo que la ciencia llama un “milagro”.
Esta presencia que nos resulta tan compleja de explicar, ES LO QUE SOMOS EN ESENCIA: la manifestación permanente de un flujo de energía a la que hemos aprendido a llamar AMOR. Somos, asimismo, parte de un campo energético universal que responde a una Inteligencia Suprema y que ha sido denominada a través de la historia como Dios – Todo - Mente ó Conciencia Superior.
Por esta razón decimos que la práctica Reiki nos pone en contacto conciente con la Chispa Divina que existe en cada uno de nosotros y de nuestros átomos y células, restableciendo el natural funcionamiento de todo nuestro organismo físico. Más aún, nos posibilita la actuación sincronizada de nuestro sistema completo de energías personales con la dinámica de la inteligencia universal.
Por tanto, “REIKI” es el nombre dado a un simple, sencillo y profundo sistema de Sanación y Autosanación Natural para equilibrar Mente, Cuerpo y Emociones. Así como para potenciar CAPACIDADES INNATAS y mejorar resultados en las diferentes áreas, elevando la calidad de nuestra vida.
La física moderna ha comprobado que, más allá del nivel de las partículas de materia densa, existe energía por todas partes: en el aire que respiramos, en el agua, en la luz del sol, en los objetos aparentemente inanimados, en los animales y plantas, etc.
TODO LO QUE EXISTE POSEE UNA DETERMINADA FRECUENCIA DE ENERGÍA y, por ende, SE MUEVE A DETERMINADA VELOCIDAD. NADA ES ESTÁTICO EN EL UNIVERSO.
El término REIKI proviene del idioma japonés y puede ser traducido como “Energía Vital Universal” en honor al hecho de que LA ENERGÍA VITAL ES LA BASE DE TODA CORRIENTE DE VIDA como un “alimento cósmico” responsable de mantener los ciclos de nacimiento, transformación y muerte de todo lo que existe.
Reiki nos ayuda a tomar conciencia nuevamente de una verdad fundamental olvidada por el hombre: Todos somos canales naturales por donde fluye continuamente este suministro; gracias a él nuestro organismo se renueva y nos sostiene con vida y a través de él podemos recuperar nuestra salud, belleza y juventud.
Por lo tanto, cualquier manifestación de la enfermedad física, la falta de vigor o deseo para encarar las tareas o las relaciones, la sensación de vacío, la ansiedad, los temores, las ideas recurrentes, entre otros, son una clara señal de que ha ocurrido una relativa desconexión energética con nuestra Fuente de Origen y de que no hemos encontrado la manera de restablecerla adecuadamente. Para graficarlo de algún modo, sería como si una bombita de 100 w terminara alumbrando como una de 25 w y con el riesgo de apagarse definitivamente.
Reiki nos ayuda a reparar, transformar, esclarecer todos estos mensajes “sintomáticos”; y por ello se constituye en una Herramienta que nos facilita nuestro camino de Evolución hacia la Luz que somos en esencia.
Podemos hacer contacto consciente con esta Energía a través de diversas técnicas: la oración, la meditación, la visualización, la respiración consciente, además de Reiki.
La Luz que constituye la trama de la vida puede ser, entonces, canalizada concientemente por el hombre y aplicada a través de la imposición de manos en el primer nivel y a distancia (en los restantes niveles) para facilitar y potenciar la sanación (en uno mismo ó en otros) de los desórdenes físicos, emocionales y mentales, tanto como el recupero de la capacidad intuitiva y del desarrollo espiritual.
Coronando la nota de hoy, les regalo una poética (aunque no menos verdadera) descripción de este sistema de reequilibrado energético y autosanación para que, meditando sobre ella encuentren abiertas las puertas de regreso a la auténtica realidad del Ser.

"La energía del amor aclara nuestros pensamientos, calma nuestras emociones, disminuye las tensiones, aligera al cuerpo, colma de alegría nuestro corazón, da energía que es resistencia, y elimina todos los estados emocionales que son la causa de muchos problemas de salud. Experimentamos esta sana corriente de amor cuando dejamos que el amor fluya desde nuestro corazón y nuestra alma hacia los demás. Esta técnica es, verdaderamente, la ciencia de amar. Con ella aprendemos a amar sin identificarnos con los problemas y las personalidades de los demás.
Nuestro amor será luz que ayude a un hombre a que encuentre su camino. Nuestro amor será suave música que apelará a lo mejor que haya dentro del mismo hombre." (Torkom Saraydarian)